ARGENTINA
Otro de los rugbiers solicitó ver a una psicóloga en la semana previa a que se conozca el veredicto
Al igual que lo hizo Máximo Thomsen antes de la jornada de alegatos, solicitó una entrevista con una profesional en la Unidad N° 6 de Dolores.
Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores, María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, resolverán el lunes próximo si Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli, Luciano, Lucas y Ciro Pertossi son “culpables” o “no culpables” del delito de “homicidio doblemente agravado” que se les imputa por el crimen de Fernando Báez Sosa. En ese contexto, según confirmaron a Infobae fuentes con acceso a la causa, Enzo Comelli, uno de los ocho acusados por el crimen ocurrido en la puerta de un boliche de Villa Gesell el 18 de enero de 2020, pidió una entrevista con una psicóloga.
Junto con Ayrton Viollaz y Matías Benicelli, Comelli fue uno de los tres imputados que eligió no declarar durante el juicio y mantuvo el silencio hasta la última jornada de los alegatos. Aquel jueves 26 de enero, tras la exposición de su defensor, Hugo Tomei, Comelli se puso de pie e hizo uso de las palabras finales.
“Sinceramente, quiero pedir disculpas a la familia de Fernando, también a mi familia y a todas las personas que fueron afectadas. Lamentablemente, por este hecho aberrante, en el que, como dijeron mis amigos, falleció una persona de nuestra edad que tenía toda una vida por delante. De verdad, le quiero dar mis sinceras disculpas a todos los involucrados, que no fueron solo nuestras familias y la familia de Fernando, sino cada una de las personas que dieron testimonio y pasaron este calvario. Quiero agradecer por este espacio, siempre voy a estar a su disposición”, sostuvo.
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No es la primera vez que uno de los imputados pide asistencia psicológica. El 23 de enero pasado, previo a la jornada de los alegatos, Thomsen recibió la visita de una psicóloga del penal. En ese momento, voceros del SPB señalaron a la agencia de noticias Télam que la unidad carcelaria cuenta con profesionales a disposición permanente para cuando lo requieran los internos, a quienes les efectúan un seguimiento médico y psicológico.
A Enzo Comelli, tanto el Ministerio Público Fiscal, como los abogados de los Báez Sosa, lo acusan de haber sido uno de los primeros en golpear Fernando a la salida de Le Brique. “Agrede a Fernando al unísono con Ciro (Pertossi). Él llega por el flanco izquierdo: es asombrosa la coordinación para pegarle en el mismo momento. Excepcional forma de abordaje. Existió entonces una planificación”, sostuvo el abogado Facundo Améndola durante los alegatos.
Además, el letrado subrayó que varios testigos lo reconocieron en la rueda, que golpeó a los amigos de la víctima y se sacó fotos tras el crimen.
Este miércoles por la tarde, los padres de Comelli fueron a visitarlo a la cárcel de Dolores. Su papá, Marcelo “El Polaco” Comelli, estuvo presente durante las primeras jornadas del debate oral. No así su madre, María Alejandra Guillén, quien al haber sido citada como testigo para la anteúltima de las audiencias, solo pudo presenciar la última jornada del juicio.
Ante los jueces, la mujer aseguró que desde el 18 de enero de 2020 su familia está “devastada”. Desde la segunda hilera del banquillo de los acusados, su hijo la escuchó con atención mientras se secaba las lágrimas con un pañuelo de papel. Guillén siguió: “Nos cambió la vida a todos. Yo desde ese día pienso que… Es una agonía constante. No podés salir a la calle. Mi marido, que trabajaba en una ferretería, casi pierde el puesto. Es tremendo”.
Comelli, al igual que el resto de los acusados, está alojado en la Unidad N° 6 de Dolores, separado de la población común de detenidos y con un recreo de dos horas diarias en el patio interno del pabellón. Llegaron allí hace exactamente un mes, el pasado 1° de enero, cuando fueron trasladados desde la alcaidía N°3 de Melchor Romero, La Plata, para presenciar las audiencias del debate en su contra.
De cara al veredicto, fechado para el 6 de febrero a las 13, una pregunta que resuena mucho por estos días es: ¿cuál será el destino carcelario de los rugbiers en caso de ser hallados culpables?
Según pudo saber Infobae, las posibilidades de que regresen a Melchor Romero, donde permanecieron entre el 13 de marzo de 2020 y el 1 de enero de 2023, son bajas. “Las alcaidías son un lugar de paso previo a la condena”, explicaron fuentes del caso.
Aunque sería precipitado arriesgar a dónde podrían llegar a trasladar a los imputados que reciban condena —siempre y cuando supere los tres años de prisión—, esas mismas fuentes consultadas por este medio arriesgaron un destino: el Complejo Penitenciario Campana. ¿El motivo? Lisa y llanamente tendría que ver con una cuestión de distancia: es la cárcel más cercana a Zárate, ciudad en la que viven los familiares.